Como reza el refrán «zapatero a tus zapatos». Sin embargo, los motivos por los que cualquier despacho debe encargar de manera externa la gestión de las redes sociales van más allá. Y es que a no ser que se disponga de un departamento de marketing, siempre es mejor contratar los servicios de un profesional externo capaz de gestionar eficazmente la presencia online de la marca en estos canales de comunicación e información.
Hay una mala praxis que, desafortunadamente, se repite aún en muchos despachos: menospreciar el trabajo de los community manager o social media. Gestionar las redes sociales de una firma no solo es cosa de «escribir post en Facebook» o «subir fotos a Instagram». Las acciones van más allá y por ello es mejor que lo lleve alguien que sepa pero de verdad, con una formación y una experiencia enfocada.
Y es que ocurre en muchas organizaciones que es el propio personal, el becario de turno, la persona de administración o «el primo de…» que de repente decide gestionar redes sociales porque le apasiona este mundo. Gran error. Esto no es profesional y la imagen de la firma en redes sociales se encuentra en entredicho. Confiar en un community manager o social media de formación es la mejor de las soluciones. Es aconsejable que este haya estudiado Marketing, Publicidad o Periodismo y que disponga de una formación seria en este sentido más allá de algún mini curso de redes sociales.
Una de las opciones más recurrentes y mejor valoradas es optar por un community manager de forma externa. El community manager conoce trucos, novedades, tendencias y su trabajo es preocuparte por la identidad de la marca para la que trabaja.
De no hacerlo podemos caer en la desatención de las redes sociales, de dejar días y días sin publicar nada, que la competencia tenga mejore y más profesionales redes sociales, de no conocer los típicos concursos en redes y cómo hacerlos, de no saber interpretar las estadísticas que las redes sociales nos proporcionan y que en tiempos de Big Data adquieren de un gran valor, de no contestar e interactuar con los usuarios, de colocar actualización al tuntún sin una programación y una línea previa de contenidos, de subir imágenes de mala calidad o cometer errores ortográficos, no colocar los hastags adecuados, no saber cómo promocionar publicaciones para lograr el feedback oportuno…
Un community manager externo trabaja de forma independiente aunque obviamente siempre en contacto con el despacho para su propia actualización y estar al tanto de las novedades de la firma. Un profesional que además libera de tiempo a la organización en gestionar su presencia digital y le ayuda a disfrutar de una imagen trabajada, cuidada y sobre todo continuada en redes sociales. Canales de comunicación e información que se han convertido en imprescindibles en plena era del marketing digital.
