La figura del social media o community manager se ha convertido en esencial en la mayoría de las empresas debido al éxito de las redes sociales. Existe una máxima: quien no está en redes sociales, es que no existe. Y éste es el encargado de que la imagen del despacho sea perfecta en estos nuevos canales de comunicación pero ¿cómo saber que necesitas cambiar de profesional? ¿qué aspectos deben empujarte a tomar esta decisión?
No todo el mundo puede ser community manager, partiendo de ahí es algo que como firma debes tener en cuenta. El perfil de este profesional debe ser alguien con estudios en materias como marketing, publicidad o periodismo y con especialización en marketing digital.
Por lo general en los despachos que no quieren subcontratar a agencias de marketing digital o a profesionales freelance, suelen trasladar estas competencias de forma errónea a alguien en administración, a un comercial o una persona de marketing offline pero no formada ni con la suficiente experiencia en marketing online. Disponer de un community manager profesional es, a día de hoy, más que imprescindible pero ¿cómo saber que éste está realizando bien su trabajo?
Un mal community manager
Faltas de ortografía. Aunque parezca algo obvio, un community manager como imagen de tu marca no puede cometer ningún tipo de error, ni a la hora de escribir, usar signos de puntuación… esto debe hacerte sospechar enseguida.
No ser proactivo. Un community es por naturaleza una persona con ideas para generar contenido, no puede estar pendiente de que la empresa le proporcione información en todo momento… aunque la comunicación es esencial.
No contestar a los usuarios o hacerlo mal. Las redes sociales están para comunicarse con potenciales clientes, el community manager no debe no contestar a los mensajes tanto en público como en privado así como contestar mal, no hay duda.
No estar atento a las novedades de las principales redes sociales. Las redes sociales incorporan asiduamente novedades y nuevas funciones, éste como profesional debe estar atento, saber usarla y por ende aprovecharlas para el beneficio de tu marca.
Imágenes de baja calidad. La imagen de tu empresa está en juego, mira a ver qué tipo de imágenes sube tu community manager, sin van en consonancia con tu empresa o si son de una buena calidad.
Periodicidad demasiado esporádica en publicaciones. No podemos tener una red social actualizada solo una vez a la semana y estar pagando un community manager, ¡qué menos que una publicación al día!
Publicaciones aburridas. No se trata de subir una foto o un enlace y ya está, deben ser publicaciones interesantes y entretenidas tanto a nivel de contenido como a la hora de comunicarlas mediante símbolos, iconos…
No acatar órdenes. El community manager debe acatar las órdenes de la empresa, no actuar por libre. Subir imágenes, compartir contenido o cualquier otra acción que le demande la empresa.